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Durante
la Asamblea - Cancionero "Agape" – Cantos de Esperanza y Reconciliación Prefacio
para el cancionero "Agape" Los primeros cristianos y cristianas se congregaban alrededor de la mesa para comer, celebrar, dar testimonio, orar y fortalecerse en la fe cristiana. "Agape", título del presente cancionero que se usará del 21 al 31 de julio de 2003 en la Décima Asamblea de la Federación Luterana Mundial (FLM), se refiere a estas comidas de comunión, a estas fiestas de amor. La Asamblea le ofrece a las personas participantes una oportunidad de reunirse alrededor de la mesa, a fin de comer, alabar y compartir sus experiencias de amor y sanación. El término griego ágape (literalmente, ‘amor’) describe el amor universal y omni-abarcador que fluye de Dios. No se trata de un concepto abstracto. Antes bien, se refiere a un modo de vida, caracterizado por la justicia, la compasión, el respeto mutuo, la hospitalidad, el servicio, la reconciliación y la esperanza. El lugar primordial donde se ubica el agape es la koinonia – la comunidad de los fieles – integrada por personas sustentadas por el amor de Dios. El ágape no se basa en la cautivadora naturaleza de la persona amada. Antes bien, se trata de un amor basado en la abnegación y el altruismo. Presupone un cambio radical en la manera como la persona se relaciona con Dios, con las otras, consigo misma y con la naturaleza. Implica un cambio en la manera como la persona ve, gusta y oye. Los cantos contenidos en esta colección animan y promueven diversas formas y expresiones de ver, lamentarse, degustar y alabar. No sólo se expresa el amor con palabras santas de sabiduría o en el lenguaje de los ángeles. También se susurra, se murmura y se clama en el lenguaje de los pobres, de los menesterosos y de los oprimidos. Considero que la variedad de expresiones resulta vital para nosotros como comunión. Al compartir e intercambiar de esta manera nos constituimos verdaderamente en lo que somos. Estas canciones de alabanza y de lamento, provenientes de todo el mundo, nos ayudan a reconciliar y derribar barreras sociales, culturales, de género y raciales. Esos cantos no sólo se refieren a la sanación, sino que son sanación en sí mismos. El cancionero constituye una contribución luterana al movimiento ecuménico y litúrgico. Abrigo la esperanza de que, después de la Asamblea, se utilice universalmente en reuniones luteranas y ecuménicas, como también en el ámbito multicultural local. Las canciones han sido escogidas y seleccionadas por un grupo de representantes de iglesias afiliadas a la FLM junto con representantes ecuménicos. Deseo expresar mi agradecimiento a este grupo y a la Oxford University Press por su contribución al devenir de la Asamblea. Rev. Dr.
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