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COMUNICADO DE
PRENSA N°: 13
Participantes
responden a los desafíos de la sanación para el mundo
La laica
Virginia Ivañez de Neyeloff y el Dr. Wesley Kigasung ofrecen diferentes
perspectivas desde sus contextos
Winnipeg, Canadá, julio
24, 2003 -
"En nuestras iglesias sentimos la violencia excluyente, hay
algunas que aún no ordenan pastoras, otras que hacen oídos sordos a
los planteamientos de las mujeres, y otras que se niegan a usar el
lenguaje de género en sus liturgias, alegando que es engorroso o
que no es el momento de cambiar una costumbre tan arraigada entre
los feligreses", expresó la laica Virginia Ivañez de
Neyeloff, de la Iglesia Evangélica Luterana de Venezuela, como
parte de las respuestas presentadas en el día de hoy al discurso de
la Obispo Margot Kaessmann.
Ivañez, quien tuvo la
responsabilidad de reaccionar al discurso de Kaessmann desde una
perspectiva latinoamericana, se refirió a su propio contexto y
destacó que algunas iglesias todavía no aceptan la ordenación de
las mujeres, y que muchos hombres mantienen una actitud negativa ya
que "no apoyan el trabajo de género".
Virginia Ivañez también
expresó su preocupación por los efectos económicos de la
globalización y de la deuda externa en la región. "Los pagos
de la deuda han sido y son todavía un mecanismo de transferencia de
riqueza producida por el pueblo hacia sus acreedores", afirmó.
Por otra parte, se
refirió a la corrupción y su impacto en el crecimiento económico
de muchos países. Insistió además en la situación del medio
ambiente, especialmente en la región de la Amazonía, donde tiene
lugar una creciente deforestación.
En una conferencia de prensa
posterior a su presentación, Ivañez expresó el interés de las
iglesias de la región en desarrollar una mayor cooperación
Sur-Sur. Al mismo tiempo, insistió en el deseo de América Latina y
el Caribe de participar en forma más activa en el interior de la
FLM, para lo cual explicó que están luchando por un quinto puesto
en el Consejo, órgano directivo de la Federación entre las
asambleas.
Al igual que Ivañez, el
Obispo Wesley W. Kigasung, de la Iglesia Evangélica Luterana en Papúa Nueva Guinea, hizo algunos comentarios sobre el discurso de
Kaessmann; de modo especial se refirió al tema de la autoridad en
las escrituras, e hizo un llamado a recordar las primeras
experiencias de Dios en relación con la humanidad. El Dr. Kigasung
se remitió al libro de Génesis y presentó a los participantes las
heridas de la creación cuando Dios le pregunta a Adán ¿dónde
estás? y a Caín ¿dónde está tu hermano?
El Obispo insistió en que
la sanación comienza cuando escuchamos estas primeras experiencias
entre Dios y la humanidad. "Aquel que quiere ejercer la
sanación, debe escuchar una vez más estas preguntas reveladoras
hechas por Dios", expresó Kigasung.
El Obispo concluyó su
respuesta con un llamado a los cristianos y cristianas a revisar y
renovar su compromiso y su fidelidad con Dios y la Palabra.
Varios delegados también
respondieron al discurso de Kaessmann desde el público. Tore
Johnsen, de la Iglesia de Noruega, se refirió a la necesidad de que
las naciones pobres puedan tener los recursos para enfrentar
tratamientos costosos como el del SIDA y de otras
enfermedades, y también insistió en la importancia de un
control democrático de los avances médicos, especialmente en el
campo de la ingeniería genética.
A modo de conclusión, la
Obispo Kaessmann expresó cuánto le hubiera gustado poder hacer
nuevamente su discurso junto a todos y todas. Se refirió también a
su preocupación desde la experiencia alemana por la ingeniería
genética e hizo un llamado final a escuchar los contextos y
realidades de otros y otras. "Nosotros en el Norte debemos
aprender a llamar a nuestra propia gente a escuchar y a guardar
silencio", concluyó.
La Décima Asamblea de la
FLM se celebrará del 21 al 31 de julio de 2003 en Winnipeg. Canadá,
bajo el tema: “Para la sanación del mundo”. La Iglesia Evangélica
Luterana en Canadá (ELCIC) actuará como anfitriona de la Asamblea.
En la Décima Asamblea participarán alrededor de 820 personas, que
incluyen 380 delegados y delegadas de las 133 iglesias con
membresía plena y de las tres iglesias que figuran como miembros
asociados. La Asamblea que por regla general se celebra cada seis
años, es el órgano supremo de toma de decisiones de la FLM. En el
período entre una asamblea y otra, el Consejo y su Comité
Ejecutivo dirigen las actividades de la FLM.
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