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COMUNICADO DE PRENSA N°: 12

Cardenal Kasper llama a avanzar hacia un futuro común

Winnipeg, Canadá, julio 24, 2003- "Aunque todavía quedan interrogantes …, queremos avanzar hacia un futuro común, nos dimos las manos mutuamente y no nos vamos a separar" expresó el cardenal Walter Kasper, Presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos (CPPUC), quien presentó sus saludos en la mañana de hoy a los 820 participantes de la Décima Asamblea de la Federación Luterana Mundial, en Winnipeg, Canadá.

Kasper se refirió a la firma de la Declaración Conjunta por la Iglesia Católica Romana Mundial y la FLM en Augsburgo, en el año 1999, la cual calificó como "un eslabón más en el camino hacia la unidad de los cristianos y cristianas" y un motivo de alegría y celebración. Al mismo tiempo, advirtió que el documento no debe permanecer como letra muerta, sino que "debe convertirse en algo vivo en nuestras respectivas comunidades y sobre todo en nuestros corazones".

Kasper apuntó al hecho de que las relaciones se encuentran en un momento nuevo, donde el desafío radica en mirar hacia el futuro, a los próximos pasos y al objetivo final.

Con respecto al tema de la Asamblea: "Para la sanación del mundo", reconoció que "el mundo necesita sanaciones", de las "heridas que nacen del pecado de la lejanía de Dios", entre las que mencionó la guerra, las injusticias, las divisiones, la desesperanza, la soledad, la falta de sentido, y el terrorismo. "La respuesta cristiana no puede ser otra que la justificación", afirmó.

Kasper se refirió también a los múltiples logros que han tenido lugar en los últimos años, y dijo que "muchos más serían necesarios". De manera especial apuntó a la necesidad de un ecumenismo espiritual. "Sin la espiritualidad, el movimiento ecuménico se convierte en un asunto meramente académico, al que los cristianos ‘normales’ no pueden dar seguimiento, del que se sienten excluidos y, por fin, frustrados … necesitamos una espiritualidad de unión y comunión, que también sea una espiritualidad de oración, perdón, de reconciliación y aceptación mutua", añadió Kasper.

Kasper recordó a los luteranos que en el año 2017 se celebrarán 500 años de la Reforma, e insistió en la necesidad de prepararse para esta ocasión para ofrecer un mensaje a la juventud. Por otra parte, apeló al uso del diálogo par alcanzar la comunión plena.

"No somos los amos de la historia: ni de nuestra historia, ni de la de la iglesia. La historia está en manos del Espíritu de Dios, y el Espíritu siempre da sorpresas. Estoy seguro que el Espíritu Santo que inició este proceso ecuménico, lo llevará hasta el final, a pesar de las dificultades y los obstáculos", concluyó.

La Décima Asamblea de la FLM se celebrará del 21 al 31 de julio de 2003 en Winnipeg. Canadá, bajo el tema: “Para la sanación del mundo”. La Iglesia Evangélica Luterana en Canadá (ELCIC) actuará como anfitriona de la Asamblea.

En la Décima Asamblea participarán alrededor de 820 personas, que incluyen 380 delegados y delegadas de las 133 iglesias con membresía plena y de las tres iglesias que figuran como miembros asociados. La Asamblea que por regla general se celebra cada seis años, es el órgano supremo de toma de decisiones de la FLM. En el período entre una asamblea y otra, el Consejo y su Comité Ejecutivo dirigen las actividades de la FLM.

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