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COMUNICADO DE PRENSA N°: 05

Tesorera de la FLM llama a una actitud sobria y al establecimiento de prioridades en cuanto a la política financiera de la organización

Winnipeg, Canadá, julio 22, 2003 - "La situación es manejable, pero exige una gran sobriedad y un duro establecimiento de prioridades en la FLM", expresó en su informe la Tesorera de la Federación Luterana Mundial, Inger Johanne Wremer, quien también manifestó el sentirse "impresionada por la lealtad y la confianza que tantas iglesias miembros y agencias conexas muestran a la Federación".

Wremer, quien es miembro de la Iglesia de Noruega, y ocupa el cargo de Tesorera desde junio del año 2000, se dirigió en la mañana de hoy a los/las participantes de la Décima Asamblea de la organización, que tiene lugar en Winnipeg, Canadá. En su informe, calificó los años transcurridos desde la última Asamblea de la FLM celebrada en Hong Kong, en 1997, como "duros y llenos de desafíos" pero también "provechosos".

De manera especial, desatacó la cantidad de recursos que se han colocado en función de programas, proyectos y emergencias, los cuales ascienden a la cifra de USD 524 millones de un total de ingresos de 580 millones, aunque también subrayó su preocupación porque "en su mayoría los fondos se destinan a programas y proyectos específicos, lo que deja muy poco espacio a la flexibilidad".

Entre los programas y proyectos especiales que "logran hacer una diferencia para la gente y las regiones implicadas" destacó el trabajo con las poblaciones indígenas en Brasil, en Bolivia, la respuesta al empobrecimiento en Argentina, el proyecto de rehabilitación en Etiopía, así como el interés de las iglesias en responder al desafío de la pandemia del VIH/SIDA.

Por otra parte, se refirió también a las dificultades financieras que enfrenta la organización y a algunas de las causas por las que en el período de 1998 hasta el 2002 ha tenido lugar una disminución en el presupuesto. Enfatizó el hecho de que las fluctuaciones en el cambio monetario han sido desventajosas, especialmente el impacto provocado por la devaluación del dólar americano. "Estos factores que se encuentran fuera de control de la FLM, tienen consecuencias considerables para la situación financiera global y nos han causado dificultades en equilibrar el presupuesto en los últimos años". En el informe, se refirió también a los problemas de las reservas generales de la Federación, que disminuyeron de USD 6.7 millones en el año 1998 a 4.9 millones en el 2002, así como a la reducción del personal en Ginebra por cuestiones económicas.

"Lo que me preocupa en cuanto al futuro de la Federación, es la posibilidad de una nueva disminución general en los ingresos, un factor que se deberá tener en cuenta cuando la FLM discuta sus metas y objetivos, y fije sus prioridades", destacó Wremer, quien además expresó su esperanza de que el nuevo Consejo trabaje en estos objetivos para los años venideros.

Las principales fuentes de ingreso de la Federación son las cuotas de las iglesias para gastos administrativos; para los programáticos, las contribuciones de las organizaciones relacionadas con las iglesias y los aportes de las organizaciones no gubernamentales.

Si bien es cierto que el total de los ingresos provenientes de las cuotas de afiliación se ha mantenido estable, se espera que en el futuro "no sólo permanezcan estables, sino que puedan aumentar para llegar al nivel de cuotas justas para todas las iglesias miembro. Cuando se logre esta meta, la situación del presupuesto de coordinación de Ginebra será considerablemente más holgada".

Otra importante fuente de ingresos de la Federación es el Fondo de Dotación, aprobado en 1997, en ocasión del cincuentenario de la organización. "El Fondo proporciona a las iglesias miembro un importante instrumento para asegurar la viabilidad financiera de las operaciones de la FLM". En estos momentos, el capital de Fondo asciende a más de 4.2 millones y la meta es alcanzar los 10 millones. Wremer exhortó a nuevos donantes a contribuir a esta responsabilidad financiera. También se refirió a una serie de esfuerzos especiales realizados para la recaudación de fondos, entre los que se destacó el establecimiento en el año 2002 de un grupo de trabajo destinado a esta temática. 

Subrayó también los múltiples esfuerzos ecuménicos realizados durantes estos años, especialmente con los grupos de trabajo conjuntos y la firma de algunos documentos, al mismo tiempo que enfatizó en seguir ampliando la colaboración con el CMI y en el "establecimiento de diálogos con otras familias y organizaciones eclesiásticas".

En una reflexión final, se refirió al futuro de la organización y presentó algunas recomendaciones para el camino a seguir, de modo especial insistió en la labor diacónica como respuesta a "las necesidades de comunidades sostenibles que luchan por los derechos humanos y que promueven acciones socio-éticas".

"En los tiempos actuales debemos mantener una actitud práctica en las cuestiones que se relacionan con políticas y prácticas financieras. Sin embargo, la FLM nunca debe dejar de buscar maneras y medios de realizar su visión de ayudar a las iglesias en su tarea de mostrar al mundo el amor y la gloria del Señor", concluyó.

La Décima Asamblea de la FLM se celebrará del 21 al 31 de julio de 2003 en Winnipeg. Canadá, bajo el tema: “Para la sanación del mundo”. La Iglesia Evangélica Luterana en Canadá (ELCIC) actuará como anfitriona de la Asamblea.

En la Décima Asamblea participarán alrededor de 820 personas, que incluyen 380 delegados y delegadas de las 133 iglesias con membresía plena y de las tres iglesias que figuran como miembros asociados. La Asamblea que por regla general se celebra cada seis años, es el órgano supremo de toma de decisiones de la FLM. En el período entre una asamblea y otra, el Consejo y su Comité Ejecutivo dirigen las actividades de la FLM.

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